Sergio Ramos, otro que quiere irse del Madrid

El zaguero andaluz está harto. Harto de las promesas incumplidas de la directiva. No se le renueva y puede irse.

La historia de Sergio Ramos empieza a tener cierto paralelismo con la de Robinho. Los representantes del jugador sevillano llevan casi un año recibiendo largas para la pretendida ampliación de contrato prometida por el club, pero cada vez que se acerca el momento de hacer realidad el nuevo contratoles ponen excusas y son emplazados para más adelante. Una renovación vitalicia que no llega porque Ramón Calderón no quiere volver a ser el centro de las críticas tras inventarse esta estrategia para dar gusto a las vacas sagradas del vestuario como Raúl, Casillas y Guti, entre otros.

El jugador andaluz vivió una temporada tortuosa el año pasado, en la que tuvo roces velados con el club cuando dijo sentirse solo tras ser expulsado en Mallorca. Su fútbol fue cuestionado por la directiva y fue acusado de ver muchas tarjetas amarillas y, tras el encuentro en el Ono Estadi, en lugar de ser defendido fue cuestionado. Esta misma temporada enfadó a Schuster por haber jugado con la selección y llegar tocado al equipo. El alemán dijo equivocadamente que Ramos se había infiltrado, pero se demostró que no fue así, cosa que al técnico le ha resbalado al no rectificar sus palabras.

Una y otra cosa han incomodado en más de una ocasión al futbolista, que sumado a esas promesas incumplidas de la ampliación de contrato le han llevado a que su agente, su hermano René, busque clubs interesados en apostar por su fichaje. Ramos tiene contrato hasta el 30 de junio del 2013, pero aunque dice que su intención es seguir en el club blanco, no se puede descartar que esta relación se pueda ir deteriorando como sucedió en el caso Robinho.

El zaguero blanco es, por otra parte, objetivo de hace tiempo del Milán, que nunca escondió su interés por ficharle ante el apadrinamiento de un Maldini que habla maravillas de él. Pero donde se ha levantado la veda es en Inglaterra, un fútbol cuyos clubes han sido inyectados por millones de dólares de fortunas llegadas de todos los rincones del mundo.

Dos de ellos, el Chelsea del ruso Abramovich y el Manchester City del jeque árabe Sulaiman Al Fahim, han mostrado interés por el sevillano y quieren sacar tajada por la extraña situación que vive en el Real Madrid. Ambos estarían dispuestos a poner toda la carne en el asador para llevárselo a sus filas. Los del City tendrían un buen asesor en Robinho, que mostraría el decálogo a Ramos de cómo abandonar el Madrid. Y por el dinero no habría problemas, ya que la puja empezaría en 50 millones de euros, cantidad que estarían dispuestos a pagar por el defensa blanco, que tiene una cláusula de rescisión de 150 millones. Una cantidad más orientativa que real... Y los dos equipos quieren a Ramos para el mercado de invierno.