‘Fiesta’ para Abidal y otra vez defensa de tres

El técnico sigue convencido de la necesidad de introducir cambios continuos en todos los encuentros

Guardiola no da marcha atrás. Pep está convencido de la idoneidad de las rotaciones, de la efectividad de los cambios continuos y no se aparta un ápice de su filosofía de juego. En Ucrania fue más fiel que nunca a su esquema de trabajo y decidió propinar otro importante revolcón a su once inicial. Cambios de jugadores y ajustes tácticos en casi todas las líneas. Por fortuna, Messi obró el milagro in extremis, escondió las abundantes lagunas que exhibió el equipo y todos contentos.

Los cambios afectaron de pleno a la línea defensiva. Para empezar, Eric Abidal, que horas antes había reivindicado de forma inesperada la necesidad de fomentar la fiesta en el equipo, se encontró disfrutando de 90 minutos de banquillo. A buen seguro, su concepto de fiesta no iba encaminado en la misma línea que el entrenador. Y es que Guardiola recuperó la defensa con tres centrales que ya había alineado el día del Sporting. Regresó Piqué, Puyol cayó a la banda y los problemas se repitieron desde todos los ángulos. El Shakhtar sólo necesitó dos claras ocasiones de gol en el primer tiempo para marcar. Si Pep quiere insistir en este esquema de cara al futuro, mucho deberá trabajar para evitar que la espalda de los centrales, y en especial la del capitán, sea tan vulnerable..

El Barça pudo incrementar su nómina de centrocampistas, una línea que contó con el apoyo de Alves en todo momento. Iniesta también retrasó algo su posición, pero ambos tuvieron serias dificultades para entrar en juego y desbordar. En la fría noche ante el Shakhtar, Henry y Eto’o fueron los afortunados que lideraron la dupla atacante sin pegada. Su rendimiento no fue el esperado y, quizá por ello, ambos acabaron adoptando el camino del vestuario antes de hora. Bendita entrada la de Bojan y Messi.

En este Barça, ni tan sólo un genio como Messi puede librarse de las rotaciones. Se había especulado sobre el momento en el que el crack argentino se tomaría un respiro, y anoche le tocó el turno. Su papel estaba destinado al de un simple revulsivo. Y de qué manera lo ejerció.